Las crías y neonatos habitan en las inmediaciones de su lugar de nacimiento durante varias semanas o meses y aunque prefieren estar dentro del agua, se les puede observar asoleándose sobre las raíces del manglar y, muy rara vez, en alguna playa desprovista de vegetación (Thorbjarnarson, 1989). Después de la quinta semana los neonatos comienzan a dispersarse; durante este periodo son más susceptibles a la depredación por gran variedad de animales, hasta que son adultos (Álvarez del Toro, 1974). En el Estero Palo Verde las crías de cocodrilo de río comenzaron a nacer a finales de junio.